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miércoles, 23 de marzo de 2016

"La apnea del sueño afecta el funcionamiento del cerebro"

Tratamiento. Se indica una máquina que garantiza una presión de aire suave.
Un trabajo reciente describe que este trastorno produce cambios en dos sustancias que influyen en su actividad. La importancia del diagnóstico y de continuar investigando.

La interrupción involuntaria del flujo de oxígeno llamada “apnea de sueño” podría afectar el funcionamiento del cerebro al producir cambios en dos sustancias que influyen en su actividad. Así se extrae de una investigación publicada en la revista especializada Journal of Sleep Research . Además de los resultados específicos del trabajo, el estudio demuestra que es mucho lo que queda por descubrir en materia de impacto en la estructura y salud del organismo humano por esta enfermedad, muchas veces no detectada a tiempo.

“En estudios anteriores, hemos observado cambios estructurales en el cerebro debidos a la apnea del sueño, pero en este estudio observamos en realidad unas diferencias sustanciales en... dos sustancias que influyen sobre la forma en que el cerebro funciona”, explicó el investigador líder del trabajo, Paul Macey, profesor asociado de la Facultad de Enfermería de la Ucla, en Los Ángeles.

Esos cambios ayudarían a explicar el motivo de que las personas con el trastorno desarrollen síntomas que interfieren en su vida cotidiana, según sugiere la investigación y cita la publicación HealthDay . De todas formas, el estudio no es concluyente sobre el hecho de que los niveles alterados de esas sustancias cerebrales fueran causa de problemas con el pensamiento y la memoria.

En el estudio, incluido en una edición reciente de Journal of Sleep Research , los autores del trabajo examinaron los niveles de dos sustancias del cerebro: el glutamato y el ácido gamma-aminobutírico, también conocido como “Gaba”. Esas sustancias se encuentran en una parte del cerebro llamada “ínsula”. Esa parte del cerebro es la que combina y coordina las señales de otras regiones del cerebro, para ayudar a regular las emociones, el pensamiento y ciertas funciones físicas, como la presión arterial y la sudoración, apuntaron los investigadores, según lo que reproduce HealthDay .

Las personas que registran apnea del sueño tienen niveles más bajos de Gaba y, además, niveles anómalamente altos de glutamato. El Gaba funciona como un inhibidor del ánimo y mantiene a las personas calmadas; en tanto, el glutamato tiene el efecto contrario. Cuando los niveles de glutamato están altos, el cerebro se estresa y no funciona igual de bien, de acuerdo con lo descripto por los investigadores en un comunicado de prensa de la universidad.

“Tener una diferencia de este tamaño en medidas biológicas es poco común”, afirmó Macey. “Anticipábamos un aumento en el glutamato, porque es una sustancia que provoca daño en altas dosis y ya habíamos visto el daño cerebral de la apnea del sueño”, añadió. “Lo que nos sorprendió fue el descenso en el Gaba. Nos hizo darnos cuenta de que debe haber una reorganización de la forma en que el cerebro funciona”, completó.

Estos hallazgos, manifestaron a través del comunicado, hacen más evidente la importancia de tratar la apnea del sueño. “Junto con la apnea del sueño, hay cambios en el cerebro, así que además de recetar la presión positiva continua de las vías respiratorias o PPCVR, una máquina que se usa para ayudar al individuo a dormir mejor... los médicos ahora saben que deben centrarse en ayudar a los pacientes que tienen estos otros síntomas”, subrayó entonces Macey. “El estrés, la concentración, la pérdida de memoria... son cosas que la gente 
desea que les resuelvan”, completó.

Efectos

La apnea obstructiva del sueño provoca numerosas pausas en la respiración cuando la persona duerme que duran entre unos segundos y unos minutos. Quienes la padecen registran un estado de somnolencia diurna que perjudica el normal desenvolvimiento en sus actividades cotidianas. 

El tratamiento que se utiliza es una máquina de presión positiva continua en las vías respiratorias (PPCVR), que administra una presión de aire continua para mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño. Cambios en el estilo de vida, como corregir un sobrepeso o evitar consumir alcohol, ayuda en algunos casos. 

La terapia no incluye fármacos, salvo para la somnolencia diurna, pero algunos tienen contraindicaciones y en todos los casos deben ser prescriptos por un médico. Además, si la persona tiene apnea, está bajo tratamiento luego de haber sido diagnosticado, pero también toma otros medicamentos, tiene que informar a su médico. 

Datos epidemiológicos sugieren que los hombres tienen casi el doble de probabilidades que las mujeres de sufrir de apnea del sueño. También puede afectar a niños, usualmente por causa de amígdalas o adenoides agrandadas. 

Las pausas en la respiración pueden durar entre segundos y minutos y pueden asociarse a hipertensión, ataque cardíaco, ACV, accidentes de tráfico, accidentes laborales y depresión.

Publicado: Dr. Arnulfo V. Mateo Mateo

Fuente: www.lavoz.com.ar

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