En documento publicado por el diario de The Guardian de Londres, el 27 de noviembre pasado, al cual se puede acceder por Google digitando solamente ‘The Guardian cannabis’, se comenta un estudio de la neurobióloga Paola Dazzan del ‘Institute of Psychatry at King´s College London’, en el cual sostiene que los efectos derivados del ingrediente activo de la marihuana, tetrahydrocannabinol –THC-, se presenta en concentraciones de 2 a 4% en la planta tradicional, pero que en las cerca de 100 variedades más potentes que existen hoy, el contenido se eleva a niveles de entre 10% y 14%.
Ahora bien, afirma la neurobióloga en un estudio que se considera el primero sobre el tema, “que el uso elevado de la planta puede afectar la estructura del cerebro al dañar los cuerpos callosos de los dos hemisferios, tornando las comunicaciones entre ellos más ineficientes. Si usted compara el color de los cuerpos callosos de un fumador frecuente de marihuana potente, con otro fumador de baja potencia, difieren uno del otro”.
“La diferencia radica en que el consumidor de la alta potencia suele tener psicosis derivada del elevado THC de su cannabis”, agrega en su estudio publicado en ‘Psychological Medicine’.
Los investigadores utilizaron dos técnicas de escaneo, la resonancia magnética –MRI- y el tensor de difusión de imagen –DTI- para examinar los cuerpos callosos de 56 pacientes que habían reportado un episodio de psicosis y 43 pacientes voluntarios sanos de la comunidad local. Más aún, la neurobióloga Dazzan, ha llamado la atención sobre el incremento en los casos de psicosis en el sur de Londres, como consecuencia de la facilidad con que se obtiene la droga de alta potencia.
Los escáneres de los consumidores de alta potencia demostraron tener un 2% más de dispersión o de opacidad, “lo cual sugiere que la materia blanca es menos eficiente. No conocemos exactamente lo que significa para la persona, pero esto sugiere una menor eficiencia en la transmisión de la información”.
“Es posible que las personas con daños en la materia blanca estén más predispuestas a fumar marihuana. Pero lo que sí podemos afirmar es que si usted es un consumidor de las plantas de alta potencia, o fuma frecuentemente, su cerebro es diferente del fumador ocasional o de la planta normal”.
Conclusión de la experta Dazzan: A pesar de que no existe certeza absoluta sobre la relación de causa y efecto, les recomiendo tanto a los usuarios como a los expertos del sector público que muden sus conceptos sobre el uso de la marihuana. Cuando hablamos del alcohol, mencionamos la cantidad ingerida, la frecuencia, si se toma vino, cerveza o whisky. Con relación al THC también debemos tener en cuenta los diferentes contenidos de este”.
Publicado: Dr. Arnulfo V. Mateo Mateo
Fuente: www.elcolombiano.com
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